Volcarse en los colores es un recurso ancestral en el diseño y arquitectura de México; desde los ornamentos de las antiguas culturas maya y tolteca, y muchas mas etnias de este país, desde el norte hasta el sur de nuestro territorio, el uso audaz del color en todos los objetos de manufactura ha sido un distintivo de nuestra visión del diseño; hasta nuestros dias, tal vez de forma mas tímida, pero continua esa lluvia de tonalidades, el elemento permanente en nuestro entorno visual. La mujer mexicana gusta lucir vistosa y alegre, nuestras casas se inundan de color, los paisajes están llenos de él, la flora y fauna de gamas y contrastes, los atardeceres son impresionantes y llenos de carácter, y es que en México todo es intenso. En ocasiones hay que estar lejos del país un tiempo para darse cuenta al regreso de lo colorido que es todo en México y de lo multifacético, rico y vibrante de su cultura. El color siempre estará presente y será el recurso mas utilizado para dotar de magia en intención a nuestros objetos y a nuestra arquitectura, basta hacer un recorrido por los sitios arqueológicos que plasman de colores intensos frisos y edificios; o recorrer un poblado de antaño y admirar el colorido de sus fachadas, sus patios y sus jardines, la riqueza de sus textiles; los altares de ofrenda a los muertos, el color en la cerámica milenaria; y las nuevas propuestas de diseño y arquitectura contemporánea, que representan a México en el ámbito internacional.
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